Sol y Luna
A las relaciones imposibles.
El otro día tuve una cita con el sol
y llegué tarde ante él, ¡Maldita sea! Como siempre.
Sus rayos no esperan, haces de luz que se pierden
aunque le confiese que sucumbo y pierdo el control.
Él nunca espera, se aleja cual huidizo esquirol
y yo abatida por ver como desaparece.
Cálido núcleo en llamas de corazón inerte
Reniega del tiempo y cura su espera con alcohol.
A la misma hora cada día, él se oculta.
Ávido y sediento de un horizonte que roce.
su seco y abrasado cuerpo y sus mil locuras.
Ambiciona unos labios que le envuelvan y toquen,
Anhela el segundo sentido sin penumbra
Almas que cuiden cenizas y atiendan las suyas.
Pero él jamás se espera a mis tardíos pasos.
Y ante el ocaso llevo por corona mis miedos
Estoy perdida y a seguir sin ti me niego.
Quédate aquí y enséñame tus arañazos.
Desespero cuando huyes y no alcanzo tus manos.
Exaspero si marchas y no funde este hielo.
Su luz, la que tanto admiro, nos deja ciegos.
Y no logro descubrir sus deseos y anhelos.
Hoy veré de nuevo al sol, esta vez no iré tarde.
Hoy no se me escapa, hoy sé que es diferente.
Sentiré su luz y fuego y él mi cuerpo que arde.
– Luna: ¡Espera!- grito lanzando voces ante un desierto. Corro detrás de su albor, voy tras su aliento.
Le veo.
He llegado a tiempo, con el tiempo.
Luce elegantes colores y radiantes brillos.
Se pasea dejando sombras de luz y sueños.
Él sabe que es el único rey del firmamento.
Ha visto al mundo rendirse ante sus centelleos.
– Luna: He llegado. A tiempo.
Y Luna confiesa el delirio que quema su mar.
-Luna: Cada noche salgo y a penas atisbo tu reflejo. Dame más estaciones para ver cómo tú luz de estrella empapa mis sueños.
-Sol: Sé que estás a mi lado, aunque te ocultes tras mi manto de fuego.
-Luna: Te quiero más cerca. Cómo hoy. Unidos casi como si fuéramos un mismo cuerpo.
-Sol: Somos un milagro digno de admirar.
-Luna: Quiero más.
-Sol: Sabes que no puedo. No puedes. No podemos.
-Luna: No debemos, pero podemos.
-Sol: sabes que se apagaría la luz del mundo, se disiparían las mareas, perderían el equilibrio, desaparecería la vida tal y como la conocemos. Tu madre tierra nos diría adiós. Serían gélidas todas las estaciones, la naturaleza entera moriría sin excepción. Si nos marcháramos comenzaría el caos.
-Luna: Del caos nacen estrellas tan bellas como tú… ¡Seamos desorden, creemos confusión!
-Sol: Es un milagro verte, cuando el Cosmos nos empuja a eclipsarnos.
.
..
-Sol: Es tarde. Llegó la hora.
-Luna: Mañana te veré.
-Sol: No llegues tarde.
-Luna: No lo haré.
-Sol: Hasta el próximo eclipse
-Luna: Hasta el próximo atardecer.