Te compartiría, pero no con cualquiera
Te compartiría, pero no con cualquiera
Descubrí que el amor es libre y no tiene mojadas sus alas
Es blanca espuma empujada a romper en riberas y playas
El amor no es una media naranja
Ni tiene cadenas en sus tobillos de luciérnaga alada
Ni se esconde tras una celosía empedrada
El amor no se deja adivinar en un segundo
Es un laberinto cuya salida está al final de tus muros
Y solo al desenredar el nudo encontraréis la esencia que baña su mundo
El amor es un don envuelto en tierra humana
Sopla y mira el mensaje que tus ojos terrenales te callan
¿Lo ves? Es puro, transparente y sano
De nuevo, el ser humano ha leído las líneas desde su ego precipitado
Si algún día me dijeran que por amarte a ti no he de amar a nadie más en este absurdo planeta, me romperían las falsas cadenas ancladas en tu sedienta alma de poseer mi cuerpo al tuyo y ardería en mi propia hoguera.
Si algún día una dama apareciera y el amor vestido de enamoramiento te alejara de mi vera, enrarecería acostumbrada a la tan vendida soledad del amor, pero no me marcharía salvo que me lo pidieras.
Te compartiría, pero no con cualquiera.
Te compartiría con alguien que te amara
y creyera en ti,
te compartiría con almas
que no encierren
tu albedrío colores añil.
Descubrí al amor tras las rejas del universo y en susurros gritaba ¡sácame de aquí!
Y yo, cobarde ante los astros me postré, confesando herida que tan solo la tinta de mis poemas son libres en el Edén.