“No te rindas, aún estás a tiempo de alcanzar y comenzar de nuevo” Y eso hiciste un descuidado septiembre. Tu voz y tu cuerpo nacieron de nuevo, enterrando sombras, aceptando miedos. Y eso hiciste, alzaste el vuelo, rompiste cadenas y desempolvaste tu aliento.
“No te rindas que la vida es eso, continuar el viaje, perseguir tus sueños” Y eso hiciste un ardiente verano, saltar al tren de la vida y correr tras tus deseos, deshacer el tiempo, retirar desengaños y creer sin frenos.
“No te rindas, por favor no cedas, aunque el frío queme, aunque el miedo muerda” Y eso hiciste, no cediste ante el abismo, fueron fuerza tus miradas, valiente tus pasos y frenéticos tus delirios.
Guerrera del tiempo,
viste de Atenea sus heridas
y de juventud eterna
su cuerpo errante.
Alas lleva por extremidades,
baña de plumas su cabello
y tiñe sus pupilas de tierno oleaje.
Cazadora en las noches
de pánicos y miedos cual Artemisa,
Bauba en las tardes
curándolo todo con tu sonrisa
y Aurora en las mañanas trayendo el sol
a la inmensa Toscana
con la luna en sus faldas
aguardando la entrada.
Eras ninfa Cloris
porque floreciste en la arena.
Eres mito entre las diosas
y tu nombre hebreo
lo asegura y atesora.
Por eso eres Furia, Atena, Hebe, Artemisa, Bauba, Aurora y Cloris.
Por eso, eres fuente de mitología.
Por eso, eres tú.
PD: dedicada a mí hermana Raquel que con 15 años volvió a nacer.