Afrodita
Ella nunca baila sola,
le encanta morder el tiempo,
jugar con las horas,
divertirse con los minutos,
cantar con los segundos
y, si hace falta,
llorar sus sombras.
No la conocéis, pero si lo hicierais
sabríais porqué adora reír en las calles
y en las fachadas adornar su mundo de arcilla.
Maquilla los días con sonrisas
Y con los mismos pinceles
pinta caricias.
Ella es vida,
luz en la oscuridad enemiga.
No la conocéis, pero si lo hicierais
comprenderías como su canto de Duende
despierta mis prisas.
Prisas por quererla en esta
y en otras vidas.
Ella es empatía,
Dama del tiempo
y cazadora de sonrisas.
Ella es naturaleza,
bella doncella de ramas alegres,
fuertes y vivas.
Ella es dulzura,
duende eterno que esconde en su hogar,
que es su cuerpo,
joyas de humildad
y diamantes de valentía.
Y no la conocéis, pero os juro que si lo hicierais
comprenderíais como su lucha
por apagar volcanes de desigualdades
tendría fin tan solo
cuando su fuego fuese cenizas.
Ella es guerrera,
hermana, hija,
nieta, sobrina,
amante, amiga,
novia y perfecta Afrodita.
Ella es mujer y, entre todas,
me quedo con su sonrisa.
Comprenderíais mis palabras
si vierais como camina,
cómo se descalza de miedos cada noche
y viste sus mañanas de alegría.
Si lo hicierais, la amaríais
como yo amo sus temores,
su mirada, su espíritu,
sus alas de animal libre.
Su vida.